Mi propia caja

Esta nueva dirección surgió a partir de un ejercio que realicé el día de ayer (Martes 8 de Julio de 2008)... Se trataba de llevar "cualquier objeto que me pareciera interesante para sentir"... La lista fue la que sigue:

1. Limpiapipas
2. Ponpones
3. Plumas
4. Un cuarto de la arena restante de mi Jardín Zen (después de fatídico accidente donde sólo quedó como 7/8 de ella).
5. Conchitas recogidas en mi última ida al mar.
6. Piedra recogida en esa misma ida al mar en el cruce del mar y la laguna en Barra Vieja.
7. Arroz
8.Frijoles
9. Una lija de esmeril, óxido de alumnio marca Truper, (la cual dudé mucho en llevar).

El resultado de este ejercicio fue: me gusta ser "juguetona", pero en términos generales no me lo permito ser tanto como quisiera. También se hizo evidente mi necesidad de dejar de prejuzgar y aventurarme a sentir. Incluso si pareciera desde lejos que la sensación puede ser placentera o no serlo. Muchas veces las preconcepciones me impiden ver lo que hay detrás... y cómo algo que parecía tan agradable como las plumas, pueden resultar angustiantes, y algo tan negro, oscuro y áspero como la lija de esmeril, incluso puede resultar agradable.

Sin embargo, lo más importante es que de las cosas que llevé sólo dos (las conchas y la arena) eran mías, todas las demás las tomé prestadas: de la "caja" de materiales para educadora de mi hermana que estudia para ello (Silvia); la "caja" de la alacena de mi mamá; y la "caja" de herramientas de mi papá... desde aquí (entre otras cosas, tampoco hay que limitarse), intentaré hacer un "recuento" de esta nueva aventura que he decidido emprender:

Ver mi propia caja, sentirla, experimentarla, ver qué dejo, que saco y qué más puedo meter...