Y entonces... ayer pensaba justamente en lo sorprendente que es formar parte de la humanidad... es sorprendente porque puede ser tan humana y dejar de serlo de pronto. Ayer me maravillaba ante un concierto en no sé qué bemol y recordaba mis andanzas como tocadora de piano (no.... música nunca he sido) ... y de cómo confundí la gimnasia con la magnesia y me di cuenta como 8 años después que lo mio lo mio era la maravilla ante lo que alguien más podía llegar a tocar y hacer con un piano... ni hablar... la flojera insisto.
En fin me sorprendía de eso y de aquello y de lo ingeniosos que algunos pueden ser con chistes y publicidad... y entonces me pregunté por cuestiones estéticas en mi forma tan rudimentaria de hacerlo... y cómo esto se relaciona con ser persona (cuestiones éticas / antropológicas / epistemológicas) y cómo me entra de pronto el gusanito de irme a estudiar de nuevo filosofía para tener algo más que buenas intenciones y agarrarle más seriedad a mi amorío... ya sea para dejarlo del todo, para tomarlo del todo o para de una vez por todas continuar siendo una amante ocasional o casi casi de cajón con familia, perro y camioneta y que llego nada más a pasarla bien un ratito... porque mi marido se enoja... ora... si es esto último... qué carajos es mi marido? o quién en el peor de los casos... porque sino es la filosofía... a lo mejor es pensar reducido... y que la filosofía sea una de tantas facetas del conocimiento... el otro día hablando de etnología y antropología ... casi me muero de emoción... también...
jojojo
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