sábado, 17 de diciembre de 2011

Límites, grillos, zen

Me encanta ver cómo la vida puede ser tan versátil o puedo hacerla de esa manera. En las últimas semanas, o mejor dicho, en los últimos meses, he experimentado, como cualquier ser humano, diferentes cambios y situaciones que me han llevado a continuar constituyéndome como ser humano y como persona.

En ese proceso, cada vez se hace más patente la diferencia entre no me importas y me protejo. Ayer tenía una conversación en donde justo expresé lo que de pronto sentí de la siguiente manera, cuando hay un problema que no me concierne que en realidad no tiene que ver conmigo cómo le hago para no salpicarme, después de algunos años me doy cuenta que estoy adquiriendo habilidades para hacerlo. Ayer fue un día particularmente bueno, el último día de clases... y no fue bueno porque ya vinieran vacaciones, sino porque encontré una manera distinta de estar con los chicos... fue distanciarme, y eso me permitió darme cuenta que puedo estar ocupada, preocupada, interesada, activa... sin necesidad de involucrarme emocionalmente en cuestiones que no son mías.

Así cuando un chico siente frustración y poca tolerancia hacia ella.. el no engancharme, no implica volverme fría o que no me interese o importe, implica aportar una versión diferente, resiliente y de resolución al asunto, más que un agravante a la misma frustración del chico.

Estoy contenta mi trabajo implica retos, implica crecimiento, implica realización, reconocimiento de mis propias habilidades, la posibilidad de conocer e interactuar. Si el constructivismo tiene razón, y me parece que al menos en cierto sentido la tiene, el tener ambientes distintos de trabajo e interactuar con más de 300 personas en una sola semana de manera continuar y directa, sólo pueden hacer de mí una mejor persona. ser alguien con una vida digna de ser vivida, frente al sentimiento, habilidades, capacidades, preocupaciones del otros, puedo apoyar, pero eso no quiere decir involucrarme en algo que definitivamente no es mío.

Así, puedo reconocer la belleza de un escrito, las hermosas capacidades de otros, la inteligencia, astucia, también reconocer el dolor, la ansiedad, la frustración, la tristeza, la soledad, y el límite consiste en saber que ninguna me corresponde y muchas veces aún cuando se originen a partir de la interacción conmigo... nada tienen que ver con mis capacidades, inteligencias, astucia, belleza, dolor, ansiedad, frustanción, tristeza, soledad, etc.

¡Qué bello es vivi! y yo diría quería Kant que no sólo se trata de atreverse a hacer uso de nuestro propia razón, sino sentimientos, conocimientos, vida, y ha ser una misma.


1 comentario:

Daniel Moctezuma. dijo...

Buzón de aclaraciones oportunas.

Anónimo, no veo inconveniente de que alguien que me conozca me comente y tenga al mismo tiempo la decencia de hacerlo desde su cuenta, ¿Hay algo de malo en hacerlo así? ¿entonces?

Daniel Moctezuma.