Definitivamente tengo "al Freud" bien metido en mi cabeza... diría en mis calzones pero suena soez y falto de clase... además de que literal literal... ¡ni que hubiera estado loca!... ahora es imposible sin previa sesión espiritista...
Tengo bien metido al Freud, todo es neurosis en mí, todo es deseo reprimido (no necesariamente sexual, pero también), noción de que mi subconsciente terminará comiéndose a mi consciente y no tendré ningún empacho en decirle aquél que "aquí y ahora", que gritaré como loca y nos correran del lugar. Incluso tengo miedo de que un día... si no me cuido y empiezo a tomar... o dejen ustedes la tomadera, sino me cuido y me dejo llevar, termine buscando a alguien que me diga el por qué de muchas cosas y me de cuenta que el por qué soy yo... no él, ni ellos... por cierto.
Por eso me voy con cuidado, me guío por las instituciones, mecanismos represivos para la autoconservación de la sociedad, para evitar la sensación que algo me duele, que algo no está bien, que no estoy bien... y que jamás había estado tan de maravilla... eso es lo irónico del asunto...
Veíamos la historia de LA Sylvia Plath el domingo en la tarde, primera película que vemos aquí completa... no crean que la represión se me va, no no ... también sucede... pero en realidad es que siempre hablamos o llega alguien y no terminamos las películas. Veíamos a LA Sylvia... y según esto en su poesía expresa siempre la inminencia constante de algo en el rabillo del ojo, como que alcanzas a ver que algo sucede o que algo sucederá pero no lo vez más que de reojo... no estoy bien... pero tampoco estoy mal. Si puedo decirlo, al parecer nunca había estado mejor.
Y EL Freud lo traigo metido y siento que en cualquier momento seré presa del complejo de Edipo y que gritaré a los cuatro vientos que me castra mi castración y quiero un pene...
Lo peor: no sé que puede ser tan terrible... si quiero o no quiero un pene a quién le importa... es de nuevo mi súperyo diciéndome "las niñas bonitas sólo sienten envidia del pene... no se pueden sentir bien teniendo vagina"... Tengo al Freud metido tan profundo que me siento bien con mi cuerpo, y justo en el instante en que pienso que es perfecto, que no cambiaría mi hendidura por ninguna protuberancia por más potente que ésta fuera...justo en ese momento algo me dice que no debo pensar eso y que piense lo correcto...
Me persigue la idea, también, de dar vida... dice kimosabi que él no deja la vida de nadie al azar... tons jamás tendremos hijos... toda vida es un azar... mi vida es un azar... un azar que puedo intentar modificar a mi antojo, a mi antojo de querer seguir modificándola o dejarla a la deriba... y a veces resultará... y muchas otras terminará siendo completamente lo que no quería... Cada mes un ir y venir entre si y no, entre amargo o dulce y se convierte en un dulceamargo... no un chocolate de los ricos... sino de esos que no sabes si te empalgan o te provocan sacarlos de tu boca inmediatamente... insufibrle...
Me persigue el Freud y quiero matarlo... pero dirá que es mi envidia por ser yo y no ser él... por no fregarme las neuronas con cocaína, por no quererme coger a mi hija, ni a todas las damas de alcurnia que se me aparezcan... vendría a reiterarme que no hay manera que alguien como yo sólamente quiera un hombre, o varios, pero en escencia que sus cromosomas XY me provoquen comérmelos...
Toda yo soy perversa... soy perversa por querer darme y darle un legado a nuestros apellidos, por buscar cultivar todos mis sentidos, por que me importe creer y crecer.
Me aterra no aterrarme... me aterra no ser normal, y me aterra la normalidad.
What's the harm in Believing? Hace poco decía shit happens... the harm is not in believing... rather in what you are believing...
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