G. me dijo que debía de ir entendiendo que tengo que bajar mis expectativas sobre lo que puedo lograr o no, que así no te desgastas demasiado. Ha sido un ángel desde que inicié esta nueva aventura... pero es un comentario que sin quererlo me distanció un poco de ella... y me pregunto si en unos años, cuando también lleve tanto tiempo en la docencia... sentiré eso mismo, confío que no.
Estoy cansada, es la realidad, de todas las cosas que he hecho y todas las cosas que me faltan por hacer... no es lógico pero quien se encuentre en esta situación lo comprenderá.
Una parte de mí siente un gran orgullo, como el inicio de la posibilidad de contarle a quienes me sobrevivirán (confío) que yo te conocí, como la abuela que cuenta su amorío con Zapata o algún personaje que encuentras como símbolo de nuestro país, o de alguna disciplina. Me da gusto poder decir que yo te conocí y que compartí mi vida contigo... me da gusto.
Ahora me encuentro inmersa en el trabajo como nunca antes... aún cuando descanso... estoy haciendo algo, hoy me desperté con una idea nueva para la parte que estoy coordinando y mientras despertaba leí algunas páginas.
Me emociona preparar la clase de estética, no llevé más que historia del arte y esto me lo recuerda, y resulta que disfruto leyendo y pensando en cómo generar estrategias para los chicos y no tan chicos, estoy buscando evitar la parte de pensar "es que si tuviera más tiempo" porque sólo me quita tiempo y de nada me sirve. Estoy exhausta... y contenta.
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