Ayer murió Benedetti...

... y yo estaba ocupada viviendo mi propio poema, el inventario que al final de los días me acompañará hasta apagarse conmigo.

Hoy murió Benedetti y ha estado nublado...

Y de pronto la luz, que hace que todo se vea más claro, todo incluso aquello que no queremos ver, todo se ve más claro.

Tengo miedo... y no he venido aquí a contarles que me he planteado una estrella polar a partir de la cual guiar mis acciones, no es absoluta ni inamovible y seguramente no me conducirá a donde creo que lo hará... o al menos no de la manera en que lo pienso. No hay de otra... no hay manera de saber qué camino es el que me he propuesto recorrer a menos de que empiece a caminar y sentir la arena en mis pies...

Y no... no creas que me olvido, es simplemente que quiero hacer algo que sea mio, que me cueste que sepa que se siente buscar algo sólo para mí... no creas que no pienso en ti... si lo hago y en todas las infinitas posibilidades, como las imposibilidades.

No sé lo que escribo... intentaré no buscar más justificación... tengo miedo... y quiero comprender que es justo tener miedo, porque justamente eso es lo que siento... miedo.