jueves, 27 de octubre de 2011

Mañana es un punto cúspide

de un proceso que lleva iniciado desde hace un buen tiempo. Hay un cambio energético impresionante, en realidad se supone que es algo que viene aconteciendo y que mañana sólo es un punto importante más para lograr que la humanidad se acerque más a la espiritualidad.

No estoy segura si es por el momento vital de mi generación que estamos dejando la etapa de adolescentes para llegar a una etapa un poco más acabada. Sin embargo, noto eso que S.A&B y muchos dicen de un aumento de consciencia, de conexión con lo divino y en general de espiritualidad.

Si estás leyendo C., podría decirte que San Agustín recorrió una ay otra vez el camino de la duda, pero que justo la presencia de la duda abre la oportunidad de crecimiento en todos los aspectos y específicamente en la relación con Dios. Jesús dudó en la cruz (desde su parte humana), y lo que lo hace grande es que ante la duda radical y contundente, decide continuar en la fe y seguir creyendo. El camino de la fe no es el camino de la razón en donde lo presente se sigue de lo anterior para tener una argumentación lógica. En tanto que seres humanos se nos presenta la incertidumbre ante aquello que no conocemos, y quien elige creer por y a pesar de es el verdadero caballero de la fe.

Hoy fue el debate en la UP y la entrega de reconocimientos para las menciones especiales de los ensayo sobre la libertad. Ver mentes jóvenes buscando argumentar sus propias posiciones, y algunos retomando y haciendo suyos pensamientos de filósofos de hace tiempo me hizo llegar a las lágrimas y sentir un nudo en la garganta. Esas lágrimas que dejé entrever son para mí la constancia y reconocimiento de la presencia divina. Tener instantes de gozo, de dicha, momentos de conexión con el todo, soy consciencia, dicha y existencia...

Amazin!

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