10 años después no tengo miedo a ser feliz... porque sé que es mi elección... que se puedo ser feliz pase lo que pase... que soy feliz y que esa felicidad la única que puede arrebartármela soy yo, nada ni nadie más.
Tampoco tengo miedo a la tristeza, porque así como estar feliz, estar triste es parte del proceso, es parte de la vida, es lo que hace que haya pendientes y bajaditas, no sólo planices aburridas e interminables.
Después de tantos años finalmente sé que todo ha valido la pena y todo lo seguirá valiendo porque así lo he decidido.
No puedo dormir de la emoción de saber que mi vida ha sido, es y será grandiosa.Estoy triste y estoy feliz ... me lo permito, no tiene lógica pero tiene TODO el sentido.
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