sábado, 6 de agosto de 2011

Decisiones

No-elegir es ya una elección... estoy contenta con la adolescencia tardía que mi padre pregona de mí frente a mis alumnos. He decidido elegir, aún cuando me tarde mucho en elegir, a mis estándares poco realistas y sobre-exigentes. Ayer L. me decía que eventualmente iba a tomar una decisión respecto algo muy en específico que nos concierne a ambas, y que de alguna manera ya la había tomado, pero que si estaba eligiendo hacerlo paulatinamente le parecía que si eso necesitaba yo misma está bien.

A veces me sorprendo de lo bien que puedo reflejar lo que siento para otros. Por ello, me parece que el diálogo en la filosofía tiene tanto éxito, es llevado del tingo al tango. Ahora me viene a la mente La condición humana de Arendt, y cómo ante el mundo damos una apariencia unitaria y al mismo tiempo tenemos siempre múltiples posturas dentro de nosotros mismos. Es la mente que no soy yo, de acuerdo a mis últimos acercamientos con cuestiones espirituales. Es la mente que no soy yo. Si no soy mi mente y no soy mi cuerpo, si no soy actor y sólo hay acción. Si no soy diciente, sólo hay decir... qué carambas soy?

Al menos lo que no soy me ha permitido ver con cierta claridad entre todas estas divergencias, que ya dije... no soy, me gusta elegir. D. me decía que tengo vértigo... bueno en realidad dijo: "te asustan las alturas"... Utilizo vértigo en esa imágen que Kundera dibuja. Vértigo para Kundera...en mi interpretación libre... es la sensación de ver las alturas y sentir que te jalan y quieres tirarte... eso implica la levedad y lo pesado... la levedad y lo pesado en un mismo momento en el que vas cayendo.

Si, es curioso que quienes fueron tus maestros, ahora sean tus colegas... es una nueva aventura, me alegra tener en este momento la capacidad de estar un poco abrumada, presionada estresada, y mirar la hermosa oportunidad que he buscado, la he buscado porque no fue que se me ofreciera y se fuera dando... he ido personalmente a decir: "eligo esto" y mi elección ha sido correspondida.

Hace algún tiempo pensaba en eso de soltar y tomar. Ayer uno de estos viejos maestros (sé que seguiré aprendiendo tanto de ellos) y nuevos colegas me dijo... llegaste en el justo momento, sin saberlo, te estábamos esperando.

Creo que yo también los estaba esperando.

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